Visitar el museo del Hermitage en San Petersburgo, Rusia, es una experiencia grandiosa. A pesar del paso de los años, jamás podré olvidar tan maravillosa vivencia. Siempre evoco sus pasillos que dejaron una huella indeleble en mi ser, de manera que cuando visito otro museo en cualquier parte del mundo, no puedo dejar de recordarle y compararlo.
Las recientes investigaciones sobre la felicidad demuestran que los seres humanos nos sentimos mas felices cuando invertimos en experiencias vividas, que cuando obtenemos posesiones materiales, y esto me ha sucedido cuando he visitado esta maravilla del mundo. La experiencia ha persistido a través del tiempo, nada mas es recordarlo y me siento muy feliz, ya que cualquier pensamiento negativo que pueda existir en mi, se diluye.
Ir a esa ciudad preciosa, ya vale la pena, y al estar allí te verás con la necesidad de visitar el Hermitage, y de alguna manera vivir esa historia desde la dinastía de los Romanov hasta nuestros días.
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State Academic Kuban Cossack Choir of the Order of Friendship of Peoples Children’s Group of the Muz M Blanter Choir, M. Isakovsky. First performed in 1938 – Author Alexander Lifanov
En el Hermitage tienes la oportunidad única de hacer un recuento de lo que es la historia de la humanidad, y no únicamente a través de las artes, sino también de lo que es el hombre desde la prehistoria. El museo en si mismo es una verdadera obra de arte. Desde sus magníficos edificios, sus muebles, el es toda una inmensidad. Es la pinacoteca mas grande del mundo con 253 años de edad, en los edificios del centro hay tres millones de obras de arte, de manera que si alguien pasase un minuto contemplando cada pieza, necesitaría 11 años para verlas todas, ocho horas diarias y recorrería 24 kilómetros.
Anualmente es visitado por mas de 3 millones de personas que encuentran desde la cultura rusa hasta numismática, arte oriental, arte prehistórico, pintura occidental , de la antigua Roma y de Grecia. En fin creo que es el museo mas completo del mundo, caminándolo interna y externamente, estarás paseando entre historia y arte, y es tan grande que para visitarlo y tener una idea general de sus obras, tendrás que hacerlo como mínimo de 6 a 7 días y solamente durando unos pocos segundos en cada obra de arte.
Persiste en mi memoria no únicamente sus grandiosas obras de arte sino ese edificio tan monumental como lo es el Palacio de Invierno, esa espectacular escalera principal, la sala de Pedro I, el salón Dorado, la sala grande del trono -que yo no veo grande, veo inmensa-, en fin si no existiera ninguna obra de arte dentro de los 6 edificios, siguieran siendo espectaculares.
Pero bueno, esas maravillosas obras de arte que alberga en su interior lo hace indudablemente mas importante. Qué sería de un museo sin sus obras de arte? En el Hermitage encontramos obras de Leonardo Da Vinci, Rembrandt, Caravaggio, Rubens, Picasso, Matisse, Tiziano, Miguel Ángel, Cezanne, Van Gogh, en fin encontrarás los pintores mas famosos del mundo y las escuelas mas destacadas.
Si a través de la historia de la humanidad, los seres humanos han creado tesoros para el disfrute de nosotros mismos, creo que el museo Hermitage es uno de los mas grandioso en cuanto a arte e historia se refiere.
El Hermitage se encuentra en la ciudad de San Petersburgo, la Venecia del norte, al frente del río Neva, en los alrededores de la Plaza del Palacio. Su historia se remonta desde Pedro “El Grande”, cuando adquirió varias obras de arte, pero se cree que oficialmente se inició el museo cuando en 1764 la emperatriz Catalina “La Grande”, compra mas de 220 obras de arte, que luego expone en sus diferentes salas del Palacio de Invierno.
Hay que tener en cuenta que para la época, la grandeza y el poder de las diferentes dinastías reales, era catalogada por la cantidad de obras de arte que tuvieran dentro de sus palacios, situación que hacia que con el tiempo el número de obras de arte fuera creciendo. Actualmente hay mas de 3 millones de obras de artes en el interior de los 6 edificios que albergan toda la inmensidad del Hermitage, aunque no todas están expuestas.
Estas obras de arte, al igual que sus edificios, han vivido la situación política de cada época, en los tiempos de la opulencia zarista, se compraron y se nacionalizaron muchas de ellas.
En 1852 El Zar Nicolás I, lo convirtió en Museo imperial, y se abrió el museo por primera vez al público, pero en especial para la clase alta. Durante la primera guerra mundial el Hermitage deja de ser residencia de los zares y por lo tanto igualmente deja de ser un museo, para así albergar a las personas que necesitaban hospitalización, por lo que funcionó como hospital, haciendo que los obras se trasladaran a lugares mas seguros para mantenerlas resguardadas y solo regresaron a su lugar de origen años después.
En 1924, todo cambió en el interior del museo, ya que dejó de ser residencia de los zares para convertirse en el museo de todo el pueblo ruso, en medio de la revolución rusa, a partir de ese momento en el museo trabajan personas que no son aristócratas, hasta el día de hoy que es un museo estatal.
Pero hay algo mas que me fascina de tan maravilloso museo, y son los gatos. Sí los gatos, que desde la época de Catalina “La Grande” viven en el museo, cuidando las obras para que los ratones no las dañen o se las coman. Los ratones de muy diversos tamaños, desde un principio se convirtieron en una verdadera amenaza para la subsistencia de la colección, de manera que ella tuvo la iniciativa de rodearse de unos pocos gatos, a manera de ejército protector, y las filas de soldados fueron creciendo de manera muy eficiente. En la primera y segunda guerra mundial unos murieron por inanición, y otros se fueron para diferentes lugares buscando un sustento alimenticio, pero después, los que quedaron vivos, tuvieron la fortuna de regresar, y hoy en día siguen siendo los guardianes felinos del museo.
En los sótanos, donde se alberga la calefacción de este palacio de ensueño se encuentran viviendo mas de 60 gatos, que por muchos años han estado custodiando tan maravilloso lugar. Han estado desde el esplendor de la época zarista, desde la pobreza de la revolución y las guerras mundiales, hasta la recuperación del museo como el elemento cultural mas famoso del mundo “como museo estatal”.
(Leer sobre el amor a los gatos)
Ellos, ahora a través de un decreto estatal, han sido elevados a categoría de guardianes de toda la colección privada, manteniendo su trabajo real en contra de los persistentes ratones que no les importaría destruir tan apreciadas obras de arte. Existe un equipo de veterinarios y personas que los cuidan esmeradamente, y si la población excede el límite convenido, hay programas para su adopción, con un certificado que da constancia de que es un gato del Hermitage, situación que hace al adoptante una persona muy especial en el medio de la cultura y las artes.
Actualmente el museo celebra cada 27 de Mayo “el día de los gatos del Hermitage”. Ese día especial se pueden visitar las tropas felinas en los laberintos del sótano, e igualmente hay concursos escolares para pintarlos y se exponen los trabajos destacados en las salas del museo.
Igualmente esta fundación que cuida los gatos, llamada “Hermitage XXXI Century” ha solicitado a artistas rusos que pinten cuadros con los mismos gatos que viven en el museo, vestidos con trajes de la época de los zares, rindiendo así homenaje a ellos como incansables guardianes del museo mas grande del mundo.
(Leer sobre las bondades de los gatos)
Ahora me explico la razón por la cual, he venido soñando con un gato persa blanco, en el ala derecha del Hermitage, pintando la silueta de Picasso vestido de zarina, mientras un angora rubio rasga una balalaika al son de Katyusha.
Miami, Florida, febrero 28 de 2017.