
PUERTA DE ENTRADA… “EL TRABAJO OS HARÁ LIBRE”
«Theresienstadt arbeit macht frei». Publicado bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons –
El 27 de Enero, se conmemoró un nuevo año del fin del horror nazi, se cumplieron 70 años desde que los nazis, con los soviéticos pisándole los talones, y ante la amenaza del mundo aliado, quisieron borrar de la faz de la tierra todas las muestras de sus crímenes y atrocidades, pero afortunadamente no lograron hacerlo, porque aun hoy subsiste el testimonio del dolor y la angustia de aquellos hombres y mujeres que sobrevivieron al holocausto. Este horror aun persiste como ejemplo vergonzoso para que nunca mas suceda y para que la historia de la humanidad jamás se vea manchada por la insensatez de unos pocos.
Para honrar la vida de los que lograron sobrevivir y escapar de los campos de concentración y de exterminio, quienes en aquel momento aun eran niños y por esos millones de personas que murieron víctimas del engaño y la maldad de unos desalmados que decían llamarse hombres de raza pura o aria, hoy quiero presentarles este trabajo manual de patchwork que he hecho en homenaje a los sobrevivientes y en memoria de los millones de desaparecidos, para recordarlos y para pedirle al Dios de los cielos que ésto nunca mas vuelva a suceder en la faz de la tierra. También quiero contarles la experiencia personal vivida en mi reciente visita al campo de concentración nazi en la ciudad de Terezín:
En un verano pasado, tuve la oportunidad de estar en una de las ciudades, para mi gusto, mas espectaculares de Europa, Praga capital de la República Checa, en ella el tiempo no pasa, su hermosura se ha quedado suspendida en el tiempo, toda la ciudad es un monumento, un monumento elaborado por las manos mágicas del hombre y para el hombre, toda ella es un inigualable espectáculo de belleza, naturaleza e historia.
Cuando tuve la oportunidad de visitar la República Checa quise conocer uno de los lugares mas desoladores que el ser humano ha podido crear, sí crear, porque así como el hombre ha hecho ciudades hermosas igualmente ha creado cosas horrorosas, tanto para su propia generación como paras sus generaciones venideras. Conocí una pequeña ciudad situada al nordeste de Praga a unos 61 kilómetros de distancia, esta ciudad se llama Terezín, en ella se encuentra uno de los campos de concentración nazi, símbolo del horror humano, “Theresienstadt”.
Las instalaciones de “Theresienstadt” fueron construidas entre los años 1780 y 1790, por el emperador austríaco Josep II, se encuentra en la región noreste de Bohemia y debe su nombre a la emperatriz María Teresa de Austria, (quien reinó entre 1740 y 1780 ), madre del emperador de Austria (los Habsburgos). Al principio fue una fortificación militar y de prisioneros, y con el tiempo la ciudad fue creciendo alrededor de la fortaleza para formarse así lo que hoy es esta pequeña ciudad, Terezín. En este lugar se guarda historia de las dos Guerras Mundiales, ya que en la Primera Guerra en 1914 fue recluido Gavrilo Princip en lo que era la fortaleza. Princip, un serbio bosnio responsable del atentado de la ciudad de Sarajevo en junio de 1914, atentado que fue el detonante de la Primera Guerra Mundial, en el ataque murieron el archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa Sofía, Duquesa de Hohenberg. Gavrilo Princip fue uno de sus prisioneros mas famosos, murió en ella el 28 de abril de 1918 de tuberculosis cuando había cumplido tan solo 4 años de condena, en la celda demarcada con el número uno.
En la Segunda Guerra Mundial los nazis usaron la ciudad como gueto para los judíos, y la antigua fortaleza sirvió después como campo de concentración en donde estuvieron aproximadamente mas de 150.000 personas. Muchos de ellos murieron y otros fueron enviados a los horrorosos campos de exterminio y cámaras de gases. Los nazis presentaban al mundo la fortaleza como un modelo de asentamiento judío, pero la realidad era enmascarada ya que verdaderamente era un campo de concentración y como lugar de tránsito para que los judíos fuesen encaminados a Auschwitz en Polonia, que era un campo de exterminio.

FOTO CEMENTERIO
«Theresienstadt – gedenkstenen» de Original uploader was Viking-nl at nl.wikipedia – Originally from nl.wikipedia; description page is/was here.. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia
Cuando uno se encuentra en Terezín, en este horroroso campo de concentración, el alma se nos encoje, se arruga y llora sin cesar al ver cómo es la condición humana, hasta donde puede llegar la maldad. En nombre de una idea se cometen barbaridades y se hacen cosas terribles, lo que nos deja sin palabras, como para darnos cuenta de cuál es nuestra propia razón de ser.

FOTO BARRACAS
«Theresienstadt barak». Publicado bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons –
Al estar en tan triste lugar, nuestro ser se convierte en angustia, todo nos parece doloroso, extremadamente grande y profundo como es el túnel subterráneo que parece de un kilómetro de largo, por el que eran forzados a desfilar los pobres hombres y mujeres que los nazis apresaban, para mostrar así su poderío y promover sus artificiales ideales.
La ciudad está llena de símbolos del terror y del holocausto. El Museo del Gueto reúne crudos y mudos testimonios. Si al entrar en el campo de concentración tu ser se frunce, aquí tu alma termina de explotar al ver cómo el ser humano ha podido hacer cosa semejante. El museo es un edificio grande que se encuentra exactamente en el centro de la ciudad, en el que hay varias exposiciones permanentes. Una que terminó de partirme el alma fue la de los dibujos que hicieron los niños que tuvieron la desgracia de vivir este holocausto en Terezín, no necesitas tener ninguna formación académica relacionada con la conducta del ser humano para evaluar y entender el significado que tienen esos dibujos. Se puede ver cómo los niños reflejaban, a través de esos trazos, la angustia vivida. Se palpa cómo eran sus vidas dentro del campo de concentración, muestran la agonía sentida por sus padres y familiares. Esta colección tiene un valor incalculable ya que en ella se puede ver que a pesar de su inocencia, los niños podían plasmar con suficiente fortaleza cómo era su angustiosa realidad.
En este museo igualmente se encuentran mapas de la ocupación nazi, fotos, objetos reales de las habitaciones de este gueto. Cuando se entra a la fortaleza se encuentra un cementerio inmenso y se puede ver que muchos de las personas que murieron en ese horrendo lugar no pudieron ser identificados. El colmo de la perversión, no solamente los asesinaban, sino que además sus cuerpos eran calcinados o enterrados en fosas comunes, de manera que ni siquiera hoy esas tumbas tienen su nombre, como desearía cualquier ser humano que fuese su sepulcro. Al lado del mismo cementerio se encuentra un edificio en donde estaban los hornos crematorios, en ellos se guardan las imágenes mas impactantes del lugar.
Por qué aniquilar a quienes por cualquier circunstancia rechazas o discriminas? Por qué no vivir y dejar vivir? Por qué utilizar tu poder para hacer lo que a bien te parezca con otro ser humano? Qué pasó para que muchas personas consintieran semejante asesinato de millones de personas inocentes? Por qué tanto odio hacia el semejante? Por qué se acataron las órdenes por tantos años? Por qué un solo hombre quiso tener todo el poder en sus manos, buscando un supuesto ser superior, con el firme y vano propósito de mejorar una raza?
El holocausto ha dejado en los seres humanos sensatos muchas enseñanzas y en especial la de que tenemos que dar un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida misma, la vida es el valor máximo; y es justamente lo que la vida espera de nosotros y no lo contrario. Pienso que la vida está por todos lados, ella soy yo, y también ella eres tú. Como humanos nosotros somos seres capaces de pensar, discernir y analizar lo que representa una vida. Si hubiera sido así, no se hubiera asesinado mas de 6.000.000 de personas y no se hubiera podido unir muchas personas para realizar la tarea de exterminio, y no se hubiesen convertido en genocidas, e igualmente hubieran visto con claridad la realidad; que todos los que murieron en tan malvado horror eran seres humanos considerados dignos de vida, como lo somos todos y no seres merecedores de la mas profunda crueldad.
Yo no creo que los seres humanos pertenezcan a razas diferentes. Los terrícolas en esencia nacemos iguales y somos muy pequeños en la inmensidad de los multiversos de la realidad. Pero en la vida social sí creo que hay dos categorías de personas en este mundo: La de aquellas personas sensatas, pensantes, que respetan a los demás, que son capaces de ver la individualidad de cada ser humano, de quienes están preparados para ponerse en los zapatos del otro, de quienes son sensibles ante las debilidades humanas, y capaces de llorar por el sufrimiento de los demás.
La otra, es la de los insensibles e indecentes con los demás; la de los necios, la de quienes creen que todo vale y que las ideas son mas importantes que la vida ajena. Ambas categorías las encontrarás en toda la geografía universal y en todos los niveles sociales.
Sentimos mucho dolor de saber que aún hoy, a pesar del holocausto nazi, todavía se burla la vida humana y se mata a la gente en nombre de las ideas.
Cada nuevo aniversario en el que se le rinde homenaje a las víctimas del genocidio nazi, se reúnen menos sobrevivientes, ya quedan muy pocos de los niños que pintaron, en trazos indelebles, sus tiempos en el campo de concentración. Cuando se llegue al 80 aniversario del fin del horror nazi, tal vez ya no nos pueda acompañar físicamente ninguno de ellos. La esperanza renace al saber que por cada sobreviviente del holocausto que ya no nos acompañará en las futuras conmemoraciones, habrá nacido millones de nuevos aliados de la causa humanitaria, quienes sí reconocen la vida como sagrada.