Mis buenos maestros , los mejores recuerdos.
Cuando era niña tuve la fortuna de tener buenos maestros. Ya adulta tuve profesores buenos y malos. Estas dos clases de educadores, que seguramente mucho de ustedes tuvieron o tienen, son la realidad de la vida en las aulas de clase. Los hay muy buenos, esos que realmente se preocupan por el aprendizaje del alumno, esos que te enseñan a que aprendas a aprender, esos que son modelo a través de sus actos, esos que tienen en cuenta la individualidad del ser humano, esos que entienden que su profesión es una vocación.