Visitar el museo del Hermitage en San Petersburgo, Rusia, es una experiencia grandiosa. A pesar del paso de los años, jamás podré olvidar tan maravillosa vivencia. Siempre evoco sus pasillos que dejaron una huella indeleble en mi ser, de manera que cuando visito otro museo en cualquier parte del mundo, no puedo dejar de recordarle y compararlo.
Las recientes investigaciones sobre la felicidad demuestran que los seres humanos nos sentimos mas felices cuando invertimos en experiencias vividas, que cuando obtenemos posesiones materiales, y esto me ha sucedido cuando he visitado esta maravilla del mundo. La experiencia ha persistido a través del tiempo, nada mas es recordarlo y me siento muy feliz, ya que cualquier pensamiento negativo que pueda existir en mi, se diluye.
Ir a esa ciudad preciosa, ya vale la pena, y al estar allí te verás con la necesidad de visitar el Hermitage, y de alguna manera vivir esa historia desde la dinastía de los Romanov hasta nuestros días.