Buscando en la literatura técnica, y trayendo a mi mente los documentos de referencia que tuve cuando era estudiante en la facultad de psicología, encuentro que no hace falta una búsqueda muy intensa para determinar que el odio, en cuanto a su significado, viene siendo el mismo desde tiempo atrás: ese sentimiento decadente, aversivo, repulsivo, que ha desencadenado guerras, violencia y discriminación por donde quiera que nace.
El odio, sentimiento que se encuentra únicamente en los seres humanos, existe desde que habitamos en la faz de la tierra. Punto negro que habita en nuestro ser, y se activa cuando no se está de acuerdo con lo que pasa. Usualmente utilizado como herramienta de poder, con una inmensa fuerza destructora.