No tengo una profesión relacionada directamente con el medio ambiente. Soy psicóloga y de alguna manera, mi carrera me ha permitido ver y analizar la influencia que en el comportamiento del ser humano se genera por las condiciones del medio ambiente que lo rodean. Para la psicología, es cada vez mucho mas contundente el efecto que el ambiente tiene sobre la salud física y mental de las personas.
El cambio climático nos llega a afectar de tal manera que manifestamos cada vez mas reacciones depresivas y de estrés, además de problemas físicos. Realmente el impacto producido por un ambiente insano es de tal magnitud que, por ejemplo, sufrimos inconscientemente angustiosas ideas por no saber cómo actuar en momentos de catástrofes tales como inundaciones, huracanes y otros sucesos meteorológicos imposibles de ser controlados. Esta ansiedad constante nos lleva a tener una vida tan estresante que poco a poco va afectando nuestra conducta, como la de ser mas violentos, los homicidios aumentan cada día, ya que no somos capaces de manejar nuestras ansiedades y no podemos auto controlarnos. Pero cabe preguntarse quién sí se puede controlar, si no somos conscientes de que nuestro planeta cada día está mas insano y se deteriora la calidad del aire que respiramos y escasea el agua que bebemos, situación que incide en nuestro bienestar psicológico.
Hemos sido irresponsables con la naturaleza, hemos desperdiciado agua, energía, hemos igualmente sobre explotado nuestros bosques, nuestro aire cada día está mas contaminado por el afán, muchas veces inconsciente, de tener mas y mas industrias que satisfagan nuestras necesidades. El hielo de los polos se ha venido derritiendo, el nivel del mar sigue subiendo, los páramos se agotan, la capa de ozono se sigue deteriorando, se incrementa el efecto invernadero, el clima se comporta de manera irregular, la polución abunda, el calentamiento global ha llegado. Todos estos problemas muestran un comportamiento anómalo y la manera errática de cómo hemos usado nuestro entorno.
Las amenazas ambientales, están surgiendo en varios frentes. La humanidad está cambiando el clima de la Tierra; la disponibilidad de agua dulce; la química de los océanos; y los hábitats de otras especies. Estos impactos son ahora tan grandes que la Tierra misma está experimentando cambios inequívocos en el funcionamiento de los procesos clave – tales como los ciclos del agua, nitrógeno y carbono – sobre la cual depende la vida.
El planeta está lleno de gente, en la actualidad somos 7.200 millones de personas, alrededor de 9 veces las 800 millones de personas que se estima que vivieron en 1.750, al comienzo de la revolución industrial. La población mundial continúa aumentando rápidamente, por 75-80 millones de personas por año. Muy pronto habrá 8 mil millones en la década de 2020, y tal vez 9 mil millones en la década de 2040.
Frente a estos retos surgen nuevos conceptos y paradigmas, como el del desarrollo sostenible. El desarrollo sostenible es un concepto central para nuestra época, es a la vez una forma de entender el mundo y un método para resolver los problemas globales, un fascinante y vital campo del pensamiento y la acción.
Cada uno de nosotros percibe los cambios ambientales como una cosa ajena. Aún no hemos podido identificar cómo se relaciona nuestra forma de vivir y nuestro entorno, por ejemplo no hemos podido aprender a no contaminar ni desperdiciar el agua ni cómo utilizarla de manera razonable. Crece el uso de combustibles fósiles y las emisiones de CO2, mientras que las fuentes de energía alternativa son muy precarias todavía.
Pensamos que este problema medioambiental es cosa de otros, su cuidado lo deben hacer otros, el reciclar nuestra basura debe ser problema de otras personas, no lo hacemos diariamente en casa, no lo hemos interiorizado, no hemos desarrollado actitudes ni aptitudes favorables sobre cómo cuidar nuestro entorno. Hoy en día nuestra comodidad ante una vida mas acorde con nuestros tiempos, es mas importante que el cuidado que le deberíamos dar a nuestro medio ambiente.
Hemos crecido con la idea de que como humanos debemos dominar la naturaleza, y utilizar todo lo que en ella hay sin el mínimo respeto, llevando a que muchas veces, la mayoría no se ha enterado de sus problemas como el calentamiento global, e incluso algunos, con inconfesadas intenciones, niegan la existencia de las amenazas. Es irónico, pero si preguntamos a qué nos referimos cuando hablamos del calentamiento global, muchos no nos saben decir qué es exactamente. Muchos no saben que nos referimos al aumento de la temperatura media global de la atmósfera terrestre y de los océanos.
La inconciencia nos lleva muchas veces a no analizar qué pasa, por ejemplo, con animales tan sensibles a los efectos medioambientales actuales como son las Mariposas. Me acuerdo que cuando era pequeña, vivía en un lugar algo despoblado, había mucha vegetación, y allí abundaban las mariposas, ellas eran de color amarillo, quizás eran esas mariposas que nuestro Nobel de literatura Gabriel García Márquez se refería en ¨Cien años de Soledad”. Ellas abundaban, se les podía ver revolotear en un festival multicolor. Este ensueño estival, era posible porque el lugar era de un ambiente sano.
Las mariposas son una muy óptima medida de un buen ambiente, de un ambiente sano. Acaso alguna vez has visto mariposas de colores vivos en un basurero o en lugares industrialmente contaminados? No. No las hay, no las verás, tal vez podrás ver mariposas de color negro o gris. Ellas han tenido que soportar tales inclemencias y han ido evolucionando para poder subsistir, son mas fuerte ante las exigencias de este malsano ambiente, se han mimetizado para poder subsistir y a la vez para no ser devorados por otros animales. Los biólogos dicen que ahora hay mas mariposas negras que antes. De una manera u otra, ellas han tenido que ser mas fuerte ante tantos químicos y contaminantes que cada día nosotros los humanos vertimos en nuestros mares o nuestro aire.
Las mariposas son indicadores de ambiente y ecosistemas saludables. Indican la presencia de una amplia gama de otros invertebrados, que comprenden más de dos tercios de todas las especies. Estos colectivamente proporcionan una amplia gama de beneficios ambientales, entre ellos el control natural de plagas. Son un elemento importante de la cadena alimentaria y son presa de las aves, murciélagos y otros animales insectívoros. Apoyan una gama de otros depredadores y parásitos. Las mariposas han sido ampliamente utilizados por los ecologistas como organismos modelo para estudiar el impacto de la pérdida y fragmentación del hábitat y el cambio climático.
Hay situaciones maravillosas como la de las Mariposas Monarca, famosas por su increíble capacidad de migración masiva. Viajan más de 5.000 kilómetros, en una fabulosa travesía para protegerse del invierno entre California y México. Algunos observadores están preocupados por la población oriental de mariposas monarca en las Montañas Rocosas, ya que el grupo es cada vez más reducido y amenazado por desastres naturales en México y la reducción de la superficie de plantas de algodoncillo.
Tuve la oportunidad de visitar el mariposario del Museo de Ciencias Naturales de la ciudad de Charlotte en Carolina del Norte, en donde con mi hijo Camilo tomamos algunas fotografías que quiero compartir. Tomar fotografías a las mariposas es un placer indescriptible. Para este tema he diseñado una mariposa de tela, la he bordado, pintado a mano con acuarelas. La he elaborado con piedritas swarovski , tul y seda de color verde.
Parece que los problemas medioambientales se han convertido en la fábula del ser humano. Como seres humanos intuitivos no hemos sido capaces de utilizar nuestros cinco sentidos para poder ver la enseñanza que nos deja nuestra naturaleza, si cada día no le damos su verdadero significado, no hemos podido ver cuál es su verdadera finalidad didáctica, cuál es su verdadera crítica, cuál es el verdadero consejo que ella nos da, cuál deberá ser nuestra conducta hacia ella. Inconscientes somos, ya que lo tenemos frente de nuestros ojos y no somos capaces de ver lo que realmente debemos hacer para poder vivir sanamente.
Tal vez nos resistimos a aceptar que los seres humanos somos las mariposas de los diversos universos, hoy concentradas en el planeta tierra.