Arte Urbano en Bogotá.
Si disfrutas del arte urbano, te invito a que visites los alrededores del barrio Las Aguas, en la localidad de La Candelaria, en la ciudad de Bogotá. Recientemente he tenido la fabulosa oportunidad de participar en un recorrido turístico por las calles de esta antigua zona de la capital colombiana organizado para extranjeros que quieren conocer mas de cerca este creciente fenómeno artístico.
Las paredes de estas callecitas son lugares extraordinarios, llenos de expresiones artísticas, en donde verás que son un medio de comunicación visual, y en donde encontrarás una gran combinación de conceptos, colores, formas, luces y sombras. Una gran variedad de líneas, donde los artistas han plasmado, a través de cada graffiti, lo que sienten, lo que ven sobre diversas problemáticas sociales, y lo han hecho de forma libre y sencilla como para que todos lo podamos entender y disfrutar.
En este blog no quiero entrar en la eterna polémica para discutir si es vandalismo o no, el hecho de pintar o rayar paredes y si, como piensan algunos, quienes lo hacen son personas desadaptadas que quieren mostrar su inconformidad. No me interesa esa discusión porque no es el propósito de este blog, y por lo tanto mucho menos quiero hacer un profundo análisis psicosocial sobre el tema, solamente quiero mostrar y difundir esa gran manifestación artística que se plasma en las paredes de este barrio, centro histórico de la ciudad.
Solamente pretendo que cuando tengas la oportunidad de visitar Bogotá, o si vives en ella, y quieras disfrutar una experiencia urbana diferente, levantes la vista y, sin prisa, dirijas la mirada al entorno espectacular de las paredes a tu alrededor. Obras de arte urbano en cada rincón que hablan con colores y trazos sobre la gran sensibilidad que tienen los autores al expresar cada elemento existente en cada uno de esos graffitis.
Vi con mucha claridad y alegría, que las paredes del barrio son un extenso escenario político y social, donde encontrarás un cúmulo de mensajes que, aunque son cotidianos, muchas veces los tomamos inadvertidamente, la prisa de la vida moderna no nos permite mirar el detalle en las paredes y muros.
Cada uno de estos artistas es capaz de plasmar su mensaje con tanta claridad que, si te pones a analizarlos minuciosamente, encontrarás esa gran capacidad que tienen de transmitir tantas verdades, esas que posiblemente muchas veces no hemos sido capaz de ver como realidad.
Aunque esta expresión artística ha existido desde el inicio de la humanidad, y la podemos encontrar en lugares como en las cavernas en las que nuestros antepasados han dejado impreso incalculables mensajes, como las de Altamira en España, el grafitero de hoy en día también ha tenido ese gesto, de una forma u otra un tanto primitiva, para comunicar, a través del paisaje urbano, todo lo que piensa y siente, y aunque los que pintaban en las cavernas no tenían nombre, el grafitero igualmente lo hace de forma anónima, como si no existiera un nombre real, como nuestros antepasados. Esta conducta del anonimato, los llena de creatividad, sin tapujos para expresar lo que sienten, sin el temor de ser reconocidos, actúan libremente, esta es una de las principales características del grafiti.
Afortunadamente los grafiteros de la ciudad de Bogotá ya no tienen que esconderse de las autoridades, o salir corriendo cuando se percatan de que la policía está a su alrededor, como sucede en otras partes del mundo. Ahora ya existe una norma aprobada por la Alcaldía de la ciudad, que es el Decreto 75 de 2013, por la cual se promueve la práctica artística y responsable del grafiti en la ciudad, y se reconocen estas obras de arte como bien de interés cultural. Naturalmente, con regulaciones importantes que cumplir, como por ejemplo, los lugares prohibidos, y la obligación de disponer del permiso del dueño del inmueble en el cual se piensa realizar esta obra de arte urbano.
La ciudad de Bogotá ahora con este Decreto ha entrado en el grupo de las ciudades en el mundo donde son permitidos los graffitis, que por cierto no son muchas, como por ejemplo: Hosier Lane en Melbourne, Australia, Varsovia en Polonia, Tesnov en Praga, Queens en Nueva York, en París, y Taipei en Taiwan, entre otras.
Encontrarás un tour que te ayudará a hacer el recorrido de los mas importantes graffitis que se encuentran en esta zona, se llama “Bogotá- Graffiti” y te podrás inscribir on line en http://bogotagraffiti.com/
Estoy segura que lo vas a disfrutar, al punto que es una de las actividades turísticas mas atractivas de la ciudad. Bajo la guía de Christian Petersen, Autraliano radicado en Colombia no hace muchos años, y en medio de un amplio grupo de extranjeros, conocerás el contexto y los detalles de un conjunto de graffitis, con un libreto muy bien elaborado. Pero no olvides que también hay otros barrios en donde encontrarás expresiones murales sensacionales, solamente hay que levantar la mirada y atreverse.
En mi viaje de regreso, miré la ciudad por la ventana del avión. Se confundía el color del ladrillo típico bogotano con esos infinitos matices verdes de la sabana y sus cerros, mezclados con el ocre rosado del sol de los venados en el horizonte. En la distancia se fue dibujando un paisaje luminoso que me permitió entender que la ciudad de Bogotá toda, es un escenario de progreso y un inmenso grafiti que se dibuja a lo largo de la planicie.
Bogotá, D.C., noviembre de 2015.